Estos versos del poema INVICTUS de William
Ernest Henley fueron
los versos de cabecera de Nelson
Mandela durante
los más de 27 años que estuvo encarcelado.
INVICTUS
negra, como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias
no he gemido, ni llorado.
Ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado, jamás me he postrado.
Más allá de este lugar de ira y llantos
acecha la oscuridad con su horror.
No obstante, la amenaza de los años me halla,
y me hallará, sin temor.
Ya no importa cuan recto haya sido el camino,
ni cuantos castigos lleve a la espalda:
no he gemido, ni llorado.
Ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado, jamás me he postrado.
Más allá de este lugar de ira y llantos
acecha la oscuridad con su horror.
No obstante, la amenaza de los años me halla,
y me hallará, sin temor.
Ya no importa cuan recto haya sido el camino,
ni cuantos castigos lleve a la espalda:
Soy el amo de mi destino, soy el
capitán de mi alma.
William
Ernest Henley
No hay comentarios:
Publicar un comentario